porque de no hacerlo ya no tendrías espalda
ni hombros
ni piernas
ni culo
y serías un harapo sangrante
lleno de hilachas dérmicas
ensuciándome el piso
recién encerado
Y serías veloces arañazos
como caballitos de carrera inagotables
de aliento agitado
sangrando por el piso
recién encerado
Me destruyo las uñas
porque de no hacerlo
tendría largas uñas rojas
vacías
asesinas
amargadas
amarillas
impregnadas de la sangre
de todos los que por las noches
se persignan antes
de morir en mí
de morir en mí
No hay comentarios:
Publicar un comentario